Me pase la vida colgando estrellas en el cielo, pidiéndole deseos a tantas otras que caían, siempre pasaba horas mirando hacía allí para poder vislumbrar a alguna y pedirle siempre el mismo deseo, algo que realmente anhelaba, me pase toda mi infancia y parte de mi adolescencia inventando planetas y un cielo nuevo. Hoy caigo en la cuenta de que debo “madurar”, de que esos famosos deseos no se cumple, solo de vez en cuando se cumplen tales anhelos, pero solo por un golpe de suerte, el cuentito de las estrellas doradas cayendo del cielo esperando ser vistas y deseadas es solo una idiota forma de dar falsas esperanzas a los demás.

Decisiones Difíciles

Tal vez la desición que tomé no fué la correcta, eso lo sabré con el tiempo.
Quiero que sepas que fué difícil verte llorar... Fué difícil decirte esas duras palabras que sé que golpearon en lo más profundo de tu ser y que debilitaron hasta ese fuerte corazón que tienes.
Lo siento, sé que con eso no alcanza, pero tienes que comprederme. Te quiero, eso no lo niego ni nada ni nadie lo va a cambiar, pero tienes que comprender que si en una relación no se está bien los dos, ya no puede continuar. Porque una relación es ser dos en uno y nosotros difinitivamente no lo eramos.
Me dolió mucho decirte esas palabras, el corazón me latía rapidamente y las palabras se escondían pidiéndome no salir. Lo siento...
Tú no tienes la culpa, yo tampoco... Es solo que nuestra personalidad nos juega mucho en contra y yo no quiero pedirte que cambies tu forma de ser por mi, ni por nadie, porque no hay que fingir ser otra persona nunca, siempre tienes que ser tú mismo y yo no puedo pedirte que fingas estando conmigo.
Somos dos extremos diferentes, muy diferentes.
Amor, te voy a extrañar... Lo siento, esto no podía continuar, porque la vida es así, te pone muchas personas incorrectas en la vida ántes de ponerte a la correcta.
Siento tirar todos esos sueños que teníamos al suelo, eran muchos... Muchos.
Siento haberte dicho que nuestra historia ya no puede seguir escribiendose en nuestras hojas en blanco que de a poco iban cobrando color.
Siento decirte, que lo nuestro ya no da para más.
Siento mucho haberte echo llorar amor mío, nadie merece tus lágrimas, ni yo ni nadie, solo Dios.

Nunca olvidaré tus besos... Tus abrasos, Tu sonrisa, nunca te olvidaré.

Frases desde el alma.